El Dr. Pedro Colín Almazán fue un talentoso astrofísico mexicano, investigador del Instituto de Radioastronomía y Astrofísica (IRyA) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

El Dr. Colín Almazán nació un 6 de Diciembre de 1961 en Matamoros, Tamaulipas, y falleció el 14 de Enero de 2017 en Morelia, Michoacán. Su gran vocación por la ciencia lo llevó a estudiar la carrera de Física en la Facultad de Ciencias de la UNAM (1981-1986), misma que culminó con un promedio de 9.9, con la tesis “Vientos Estelares” bajo la supervisión del Dr. Jorge Cantó; también completó un 80% de créditos de la licenciatura en Matemáticas. Continuó los estudios de maestría y doctorado en la misma dependencia, siempre con excelencia académica. Su tesis de doctorado la realizó entre México y los EUA, habiendo sido sus tutores los doctores Manuel Peimbert y David Schramm, éste último de la Universidad de Chicago. Su tesis doctoral versó sobre aspectos de evolución de galaxias y estadística poblacional de las mismas en el contexto cosmológico. Realizó también una estancia posdoctoral en la Universidad de Toronto, Canadá. Del 1993 al 2002 fue investigador titular del Instituto de Astronomía de la UNAM en la Ciudad de México, y del 2002 hasta su fallecimiento, del actual IRyA (antes Centro de Radioastronomía y Astrofísica). Fue también un miembro activo del cuerpo de tutores y profesores del Posgrado en Astrofísica de la UNAM.

El Dr. Colín Almazán fue el experto más calificados en México en simulaciones cosmológicas de N cuerpos e hidrodinámica. Fue parte clave del grupo mexicano de formación de galaxias y estructuras cósmicas y, como tal, fue autor principal o co-autor de varios artículos pioneros en la exploración de modelos cosmológicos con diferentes tipos de materia oscura, mismos que han tenido un gran resurgimiento en los últimos años. Su amplio conocimiento de la astrofísica y su destreza en el manejo de códigos le permitieron estudiar a través de simulaciones numéricas los procesos físicos relevantes en la evolución de las galaxias y de sus unidades de formación estelar, las nubes moleculares. Publicó cerca de 50 artículos y memorias en extenso, citados más de 1600 veces en la literatura especializada.

Pedro Colín era un persona de trato sencillo y amable; reservado y enfocado en lo sustancial, muy lejos de las pretensiones. Siempre congruente consigo mismo, íntegro en lo humano y en lo académico, honesto intelectualmente, puro y transparente en todo lo que hacía. Tenía una gran gusto por la literatura y el cine. Fue un padre responsable y comprometido con su hijo Diego, así como un amigo fiel y un colaborador confiable.

Perdurará en la memoria nuestro entrañable amigo y colega Pedro Colín. Que descanse en paz.

 

Por Vladimir Avila-Reese