El domingo pasado Chile sufrió uno de los peores terremotos que se hayan registrado en la historia reciente de la humanidad. La intensidad de éste fue tan grande, que, al igual que en 2004 con el terremoto de Sumatra, el temblor ocasionó un tsunami que inundó varias poblaciones. Y al igual que en 2004, a los pocos días han aparecido algunos encabezados en noticieros y periódicos argumentando que, de acuerdo con la NASA, el terremoto ocasionó que el eje de rotación de la Tierra se moviera y que esto a su vez hizo que el día se hiciera más corto. ¿Qué tan cierto es esto?

La respuesta breve es sencilla: definitivamente el eje de rotación de la Tierra debió haber cambiado, al igual que la longitud del día. Sin embargo, estos efectos difícilmente son medibles. En otras palabras: cualquier cosa que le haya sucedido a la Tierra es imperceptible para nosotros, y no tenemos la tecnología para detectarlo.

Para entender lo que pasa imaginemos un ejemplo sencillo: pensemos en una pelota de plástico de esas que hasta el viento se lleva. No es difícil imaginar que esta pelota dará vueltas de manera diferente si le colocamos un pedazo de plastilina en un costado. En este caso, estamos cambiando la distribución de masa en su superficie, y esto se traduce en que la pelota necesariamente rotará de manera diferente.

Si en vez de haber pegado un pedazo de plastilina, hubiéramos pegado un pequeño trozo de cinta adhesiva, para nuestros sentidos, no hubiera sido evidente que la pelota girara de manera diferente. De hecho, ningún niño notaría la diferencia entre una pelota con un pedacito de cinta adhesiva y una pelota sin ésta. Como consecuencia del terremoto, grandes cantidades de rocas se han desplazado y reacomodado, de modo que la distribución de exacta de la masa en la superficie terrestre cambió. Bueno, pues aún así, el cambio sufrido en la superficie terrestre a causa del terremoto, es proporcionalmente mucho más pequeño que el cambio en la superficie de la pelota por haber pegado la cinta adhesiva.

Así, la noticia de que el eje de rotación y el día han cambiado es, en cierta medida, una exageración. Lo que los geólogos de la NASA han encontrado es que, un sismo similar al de Chile, en sus modelos computacionales, produciría un cierto cambio en la rotación de la Tierra.

Pero hay dos puntos a tomar en cuenta: por una parte, el cambio predicho no es detectable con la tecnología actual. Parte del problema es que la atmósfera, los océanos, el derretimiento de la antárdica, e incluso la misma Luna, tienen efectos mayores a los efectos que pudo haber producido el sismo. Solamente si pudiéramos eliminar estos efectos de nuestras mediciones podríamos determinar con precisión cuánto se movió el eje de la Tierra, y cuánto cambió la duración del día.

Por otra parte, es importante tener en cuenta que los numeros que se publican en las noticias no son números medidos: son predicciones de un modelo. Y como todo modelo en la ciencia, puede tener algunas suposiciones no adecuadas, y algunas aproximaciones no del todo realistas.

De cualquier manera, suponiendo que el modelo sea cierto, lo que hoy día aparece en los diarios es que el día se acortó en 1.26 microsegundos. Tomando en cuenta que un microsegundo es la millonésima parte de un segundo, y olvidándonos de los efectos del océano, derretimiento de los polos, atmósfera, etc., esto significa que tendrán que transcurrir más de 2100 años para que la duración del año de no haber ocurrido el sismo en Chile fuese un segundo mayor que la duración del año con dicho sismo.

 

Notas

  1. El hecho de que durante los temblores se redistribuya el material de la superficie terrestre es muy conocido.
  2. La escala de Richter, que mide la intensidad de los sismos, está basada en una estimación de cuánta energia es liberada durante el temblor.
  3. En un trabajo publicado en una revista de investigación en 2006, donde se estudiaron los efectos del sismo de Sumatra de 2004 con modelos similares a los usados recientemente para el terremoto de Chile, se encontró que tanto el desplazamiento en el eje de rotación de la Tierra como el cambio en la duración del día eran demasiado pequeños como para ser detectado con los instrumentos disponibles en aquel momento.
  4. Las técnicas astronómicas actuales permiten medir que el eje de rotación de la Tierra, de hecho, se mueve de manera impredecible a lo largo del tiempo, incluso en cuestion de dias. La amplitud diaria de estos movimientos es decenas de veces mayor que el cambio estimado para el sismo de Chile.

 

Javier Ballesteros, Adriana Gazol y Laurent Loinard