Durante los últimos 20 años, diferentes estudios hacia la región conocida como "the streamer" (la serpentina), en Orión, indicaban la presencia de una misteriosa fuente de radiofrecuencias precisamente en el centro de esta región (posición marcada con una cruz), y alineada con el eje del sistema. Durante varios años, los astrónomos se debatieron sobre si la fuente era una estrella recién nacida, o una estrella joven haciendo erupción. Sin embargo, usando radiotelescopios de muy alta precisión, el estudiante de doctorado del CRyA, Alfonso Trejo, junto con su asesor, encontraron que se trata de una galaxia lejana, y que nada tiene que ver con la región de las serpentinas. Esta hipótesis había sido descartada previamente ya que la probabilidad de encontrar esta alineación había sido estimada como de uno en diez mil.

 

Publicación:
Javier Ballesteros Paredes