El pasado 13 de junio de 2015 la sonda espacial Philae despertó de su letargo y empezó a dar señales de vida.

Philae es el vehículo que descendió al cometa 67P/Churyumov - Gerasimenko (67P por brevedad) el pasado 12 de noviembre de 2014 y que, después de un aparatoso 'cometizaje' lleno de sorpresas y rebotes, se apagó como fue programado, una vez que sus baterías se agotaron.

El cometa 67P continúa su camino en dirección al Sol, y el próximo 13 de agosto de 2015 pasará lo más cerca de nuestra estrella, a sólo 186 millones de kilómetros. Mientras se aproxima, Philae recibirá más horas de luz solar y sus sistemas energizados mediante paneles solares empezarán a comunicarse de nuevo con la nave Rosetta que orbita 67P. Desde allá, los reportes llegan al centro de control de la Agencia Espacial Europea (ESA por sus siglas en inglés) en Darmstadt, Alemania.

Durante los próximos días, los científicos de la ESA estarán trabajando arduamente para optimizar y estabilizar las comunicaciones entre Philae, Rosetta y la Tierra, y determinar el programa científico a realizar en caso de que Philae vuelva a ser completamente funcional.

Hay mucha emoción en la comunidad cientí­fica porque Rosetta-Philae es la primera misión humana capaz de orbitar y descender un vehí­culo en un cometa. Hoy sabemos que estas montañas de hielo y polvo cósmico están hechos de material que preserva las condiciones iniciales de nuestro Sistema Solar. Es por esto que conocerlos a detalle significarí­a un gran paso para entender el origen de nuestro Sol, sus planetas y la vida misma.

Vista del cometa 67P/Churyumov - Gerasimenko desde el orbitador Rosetta. Tomada con el instrumento NavCam el 13 de junio de 2015. Crédito: ESA/Rosetta/NAVCAM.

 

Para más información consulte la nota original de la ESA (en inglés):
http://www.esa.int/Our_Activities/Operations/Philae_wake-up_triggers_intense_planning

O bien, la nota del periódico español El Paí­s:
http://elpais.com/elpais/2015/06/14/ciencia/1434282823_800460.html

 

Publicación:
Roberto Galván Madrid