Carlos Carrasco González del IRyA* es parte de un equipo de investigación que captó una enorme estrella joven “con las manos en la masa”, creciendo rápidamente reuniendo material de un disco de gas y polvo a su alrededor, de la misma forma en la que crecen las estrellas jóvenes pequeñas.
El telescopio espacial James Webb observó por primera vez unas galaxias muy, muy lejanas, y a la vez muy masivas, es decir, muy “gordas”. Pero en ese momento el Universo era muy joven, tanto que esas galaxias no deberían haber tenido tiempo de volverse tan “pesadas”, según lo que creíamos saber sobre cómo se forman las galaxias y la historia del Universo. Les apodaron “las galaxias imposibles”, pero ¿realmente lo son?
Cuando hablamos de falta de agua, nos referimos a escasez de agua dulce para consumo humano, agrícola y ganadero. Pero en el universo el agua está en muchos más lugares de los que podemos imaginarnos. A la vez, es una sustancia muy especial, incluso rara, con propiedades muy diferentes a las de otras.
¿Qué provocó el nacimiento de nuestro Sol? Un artículo reciente de investigadores del Instituto de Radioastronomía y Astrofísica (IRyA) sugiere que la respuesta puede estar en una pequeña galaxia satélite que está siendo devorada lentamente por nuestra galaxia, la Vía Láctea.